Con dos meses y
algo más de experiencias en nuestro centro de incidencia, nos reunimos como
todas las semanas a conversar sobre todo lo ha acontecido y estructurar nuestra
matriz de incidencia. Entendemos que necesitamos repasar los momentos vividos y
discutir quienes serán nuestros actores sociales y de qué manera afectaremos al
imaginario colectivo, de qué forma afectaremos su discurso.
Las personas de
“Los Algarrobos” son muy cordiales, amables y dispuestas a colaborar, sin
embargo, aquellos que tienen una participación activa y permanente en la
comunidad son los adultos varones. La mayoría de las mujeres adultas están en
casa realizando labores del hogar y un gran porcentaje de los hombres son lo
que toman acciones ante las problemáticas. Los adolescentes, ya sea hombres o mujeres,
no tienen un papel protagónico en las decisiones, se mantienen alejados de
estas actividades, muchas veces por miedo al rechazo de sus opiniones. Además
entre mujeres y hombres adolescentes no existe espacios o momentos donde se
reúnan a conversar o a jugar, los hombres suelen reunirse los sábados para
jugar fútbol con algunos adultos, pero las mujeres no se presentan en la loza
deportiva. Al conversar con ellos y ellas podemos notar sus ganas de
participar, de encontrarse con los otros y de encontrarse con ellos mismos,
pero no encuentran el punto o el apoyo que los pueda unir, para poder
empoderarse y lograr sacar adelante su comunidad.
Los
adolescentes, entonces, se han convertido en nuestra fuente de inspiración y
los elegimos como nuestros actores para poner en marcha nuestra incidencia,
porque creemos que pueden aportar muchas ideas y alternativas al desarrollo de
su comunidad, son creativos, capaces de lograr un desarrollo y como dice la
sociedad, el futuro. Entendemos que existen muchos paradigmas por derrumbar por
parte de los mismos adolescentes, de los padres de familia y de toda la
comunidad en sí, y de nosotros mismos, pero ellos y ellas tienen muchas ganas
de vivir y están en una etapa decisiva para marcar el rumbo de sus vida, una
etapa donde pueden germinar muchos frutos para su desarrollo tanto personal
como colectivo.
Queremos
emprender un camino, donde ellos entiendan que son libres de expresar y de
crear espacios de encuentro y diálogo donde se propongan y realicen
alternativas de desarrollo comunitario, pero también entendemos que esto debe
partir de que ellos se sientan provocados a participar, entendiendo que tienen
una serie de derechos y deberes que tienen que cumplir sea la edad que tengan.
El arte para este fin, puede ser un método efectivo para poder llegar a ellos y
a su imaginario colectivo.
Con los
testimonios, la tarde y las mañanas que nos sentamos a conversar con varios
adolescentes y jóvenes, llegamos a la conclusión que a pesar de su timidez
ellos y ellas se sentían atraídos por el arte, en especial la música. No es de
extrañarse que sea así, debido a la edad que tienen y al distrito en donde
viven, Monsefú, un distrito eminentemente artístico. El arte puede ser una
herramienta perfecta para que los chicos se descubran a sí mismo y descubran al
otro. Un método para que puedan fluir con libertad, y tener la certeza de que
sus opiniones pueden ser escuchadas, encontrarse como compañeros, como vecinos,
como amigos y para que puedan finalmente, lograr empoderarse, entender que
pueden cambiar sí así lo desean y lo creen necesario, que pueden, a través de
la música, lograr cambiar el pensamiento que los mismos pobladores tienen de
ellos.
Nos encontramos
animados por el reto, pero sobretodo nos encontramos emocionados, ser parte de
un proceso de empoderamiento. Lo difícil y lo inesperado que pueda tornarse lo
entendemos, son personas y sus respuestas serán tan diversas como sorprendes,
pero estamos listos para continuar este camino, junto con ellos y ellas.
Tenemos que entender, diversificar, incluir, a los jóvenes de este caserío,
para cambiar su discurso comunicacional. Los jóvenes son por ello, para
nosotros, el punto de inicio, el centro de todo nuestro proyecto y tenemos que
lograr que ellos se interesen, que sea su proyecto. Que sean ellos los actores
de las actividades, que se empoderen de sus acciones, que sean el proyecto.