viernes, 25 de abril de 2014

En el jardín


Nuestro afán por conocer realidades diferentes a las vividas hasta ese momento, las ganas de volcar nuestro poco conocimiento adquirido a lo largo de la especialidad y el compromiso ético de colaborar en la mejora de nuestro país nos llevaron a tomar la decisión de llegar al caserío Los Algarrobos. 

Desde allí se inició un proceso de trabajo en la zona, con el diagnóstico: identificando el espacio, estableciendo así un grupo poblacional y relaciones sociales interesantes para explorar, conocer e identificar. A partir de esto, y de nuestras capacidades y experiencias previas, establecer un aporte en la vida social de los pobladores del caserío.

Tuvimos algunas reuniones de trabajo grupal, largas discusiones que nos ayudaron a identificar las diversas problemáticas de la zona; quizá este fue el ejercicio más complicado, pues poco a poco, tuvimos tantos aciertos y tantos desaciertos. 
La interacción continua con los pobladores, esto nos hace notar la necesidad de contar con diferentes visiones para completar la propuesta original. Existen conceptos importantes que a lo largo de lo que lleva este proyecto nos daremos cuenta de esta importante labor comunitaria.
En la búsqueda de nuevas experiencia con los pobladores de los Algarrobos,  decidimos  ir un día martes para conocer más sobre nuestros nuevos amigos de este caserío, nuestro recorrido empezó aproximadamente a las nueve de la mañana, lo primero que observamos fueron un grupo de familias observándonos, como cuando alguien nuevo entra a la zona, pero con ganas de que conozcamos más sobre ellos. Luego seguimos nuestro recorrido y nos detuvimos a pensar hacia donde nos llevaría esta nueva experiencia. Pues bien luego de observar cómo es que los pobladores realizaban sus labores un día que quizá para ellos normal, pero para nosotros un día donde podríamos aprovechar al máximo conociendo más sobre ellos.
Es allí donde nuestras miradas se dirigieron hacia los niños del caserío, y ¿por qué no? Pues algo temerosos esperamos el receso de los niños, vimos que la maestra nos regalaba una sonrisa, como que en ella nos quería decir que nos invitaba a pasar a conocer más acerca de este pequeño mundo, y bien nos acercamos y empezó nuestra aventura del día
Vemos a un grupo de niños pequeños salir del pequeño Jardín Inicial del caserío, nos sentimos curiosos por ver por primera vez a los niños y niñas en su centro educativo, así que vamos hacia allá. La profesora de la clase, nos da la bienvenida y se muestra muy cordial con nosotros. Los niños nos sonreían, algunos extrañados y otros no se percatan de que estamos ahí porque es su hora de refrigerio. Juegan entre ellos y ellos, sus ojos se enfocan en nosotros, algunos se acercan pero no nos hablan solo nos contemplan, nosotros los saludamos y les sonreímos.
Observamos el lugar, y nos damos cuenta que se hace pequeño para la cantidad de niños que allí estudian. Nuestras primeras informaciones de que eran solo quince niños resultaron erradas, son en total 27 niños y niñas que allí estudian. Además, dado que llegamos a la hora del receso, podemos ver que la mayoría de ellos trae consigo galletas y jugos artificiales. Se lo comentamos a la profesora y ella nos dice que es algo que siempre sucede, y en lo que ha tratado de conversar con las madres. La notamos algo molesta y frustrada, nos cuenta además que muy pocas madres llegan a las reuniones que ella convoca, pero que en las últimos años eso ha ido mejorando, sin embargo aún siente la dejadez de las madres en cuanto a los estudios de sus hijos. También nos cuenta un poco de su travesía como profesora, el apoyo que recibe en cuanto al gobierno y cómo es el comportamiento de los niños y niñas dentro de clases. Nos dijo que le gustaría que muchos más niños y niñas no solo tuvieran la educación inicial sino que pudieran tener estudios superiores. Son los deseos de una profesora con varios años en Los Algarrobos, en realidad, la única que ha enseñado en ese centro educativo.
 
Salimos del inicial, con bastantes preguntas e ideas por ordenar, se nos ocurren otras propuestas, referidas al trabajo de las madres de esos pequeños niños. Sin embargo son ideas no tan claras aún, pero nos emociona a ver conseguido nueva e inspiradora información, lo comentamos de camino al paradero. Nos sentimos retados ante la nueva experiencia, y estamos listos para ordenar nuestras ideas e ir armando nuestra ruta.






viernes, 11 de abril de 2014

Posibles rutas en el camino

Las personas sonríen con amabilidad y nos miran curiosos cuando pasamos por sus casas. Se muestran serviciales, aunque algunos tienen cierto recelo a hablarnos, lo entendemos somos extraños, pero poco a poco vamos acercándonos a ellos y ellas. No queremos irrumpir en sus vidas, por eso necesitamos averiguar de qué forma llegaremos a la comunidad de “Los Algarrobos”.

La pregunta ronda por nuestras cabezas, las ideas empiezan a salir. Comprendemos que los procesos comunicacionales son de larga duración y que a diferencia de los programas asistenciales no buscamos número enormes de audiencia, por eso tendremos paciencia en cada uno de los pasos que daremos, los habitantes de “Los Algarrobos” deben convertirse en los impulsadores de su desarrollo, no podemos ser quienes los empujen a las acciones, tenemos que ser aquellos que los provoquen. El camino es largo, pero estamos ansiosos por recorrerlo.

¿Cómo llegar a ellos? Pero ¿por qué? ¿Para qué? Es urgente que respondamos estas preguntas, pues las experiencias que viviremos serán muchas y en cierta forma tenemos que tener hacia donde apuntamos. Sin embargo, debemos ser capaces de afrontar los cambios que se presenten durante nuestras experiencias, es decir con la convivencia que tendremos en los meses que vienen ciertas nociones sobre el escenario se reafirmaran mientras que otras necesitaran ser re planteadas, re orientadas. Nuestra visión debe ser lo más abierta posible.

Con las experiencias y la información que hemos podido recolectar de nuestras visitas a “Los Algarrobos” nos atrevemos a formular algunas propuestas. No son definitivas, son tentativas que tendremos que ir evaluando a medida de que nuestras interacciones con la comunidad vallan incrementando.
La primera propuesta que elaboramos es una que va enfocada con el tema del poco cuidado del medio ambiente, este problema lo deducimos al ver como la basura se encontraba regada en la entrada y la parte central del caserío. Este es una realidad de la cual nos parte y responsables todos, sin embargo intentar abarcar a toda la comunidad sería algo muy osado. Pensamos que nuestros actores o protagonistas podían ser los niños y niñas del caserío, los propusimos a ellos porque serán los futuros líderes del caserío y porque es necesario que desde tempranas edades se forme una responsabilidad con el medio ambiente, creemos además que los niños y niñas tienen una creatividad muy despierta y son muy activos por lo que pueden ofrecer soluciones creativas y que se acomoden a su realidad.
Se nos presenta entonces el reto de cómo llegar a estos actores sin hacerlo de una manera intervencionista; tenemos por el momento tras alternativas de cómo llegar: 1) En “Los Algarrobos” se encuentran ubicados dos altavoces podemos usar para transmitir pequeños avisos sobre las reuniones o actividades que planteamos para ellos y ellas, estos avisos tendrían que ser narrados por un niño o niña de la zona; 2) El caserío cuenta además con un pequeño colegio inicial, la profesora de dicho centro puede ser una facilitadora o el puente entre los niños y nosotros; 3) Hacer una pequeña caravana, donde presentemos a representaciones y juegos acerca del medio ambiente provocando que los niños formulen preguntes al respecto y se aventuren a responderlas.

La segunda propuesta que formulamos está enfocada en el desarrollo de capacidades y habilidades, utilizando además el concepto del “emprendimiento”. Si todos tenemos habilidades, todos somos capaces de fortalecerlas, ofreciendo un camino hacia el autoconocimiento, la integración e interacción entre los miembros de una comunidad, esto constituye una parte muy importante para el desarrollo integral de la persona y de todo el caserío. “Los Algarrobos” cuenta con una considerable población juvenil, algunos de ellos estudian y otros trabajan, pero están en la edad justa donde la vida nos pone la encrucijada del mañana y la mayoría no sabemos que ruta tomar, es por esta cualidad justa que hemos decidido tomar a este sector de la comunidad como nuestros actores. Están en la edad justa para que se reten a sí mismos, se encuentre y se tracen sus propios caminos. El desarrollo de las capacidades pasa por el hecho de que las personas: reconozcan sus habilidades, sepan que son buenos en ellas, las mejoren o potencialicen, evalúen sus capacidades, busquen mejorarlas y posteriormente emprendan negocios propios o agrupaciones según así lo quieran o decidan.
Planteamos que los jóvenes y las jóvenes empiecen a aprender intercambiando entre ellos conocimientos y aquellos que desean aprender puedan ser alumnos de aquellos que ya tienen ciertas habilidades en práctica. Deseamos que las personas intercambien más que conocimiento, sueños, metas y objetivos, esto provocaría que ellos y ellas se fueran integrando y organizando. Para llegar a los jóvenes pensamos en dos propuestas: 1) Hablar con algunas madres de familia quienes puedan ayudarnos a establecer vínculos con los jóvenes (sus hijos o sobrinos) 2) elaborar un mensaje que se transmitiría en el altavoz, con la voz de una pobladora que cuente cuales son su habilidades y que al final pregunte: dime ¿cuál es tu talento?, pretendemos que el mensaje varios días de tal manera que la pregunte quede flotando en el aire y los jóvenes se la formulen, el día en que nosotros lleguemos pasaríamos un mensaje acerca de la reunión o actividad que realicemos diciendo ¿cuéntanos cuál es tu habilidad?


Estas son hasta el momento nuestras propuestas, necesitamos sin embargo, acumular mucha más experiencias. Nuestro recorrido apenas comienza, y necesitamos ponernos en la piel de nuestra comunidad, pero estas son los primeros trazos que planteamos en este proceso incidental y comunicacional

viernes, 4 de abril de 2014

"LOS ALGARROBOS" algunas anotaciones





Anteriormente hicimos un bosquejo general de lo que pudimos observar en los algarrobos, deficiencias, algunas características de la zona. Sin embargo ahora nos gustaría centrarnos en pequeños detalles que servirán posteriormente en nuestra experiencia comunicacional.

Es necesario por tanto detenernos en cuanto a los trabajos que acostumbran desarrollar los miembros de esta comunidad. 

LABORES DE LOS POBLADORES. 

  • Se dedican a la crianza de algunos animales (ganado, aves de corral)
  • Otro sector se dedica a la cosecha.
  • Algunos de los pobladores son entre vendedores de pescado y panaderos.
  • Ciertos jóvenes conducen mototaxi en la ciudad de Monefú.
  • Las mujeres en su gran mayoría son amas de casa, se ocupan de las tareas del hogar y a educar a los niños.

OBSERVACIONES QUE PUDIMOS NOTAR: 

  • Las viviendas rústicas con las que en su mayoría cuentas son hechas de adobe. 
  • Las tradiciones que aún permanecen entre sus pobladores son las vestimentas que usan las madres de familia, sus labores en el cuidado del hogar y a lo que se dedican artesanalmente. 
  • Algunos niños y niñas juegan por todo los alrededores de Los Algarrobos y suelen estar en grupos de cinco o cuatro. 
  • Se están construyendo casa de material noble en el centro del caserío con una proporción relativamente grandes. 
  • Conversando con algunas madres de familia, nos dieron a conocer su deseo por el que sus hijos e hijas encontraran actividades en las cuales puedan pasar su tiempo libre, pues según ellas: "no encontraban actividades que pudieran mantenerlos ocupados"
  • La mayoría de las familias cuentan con uno o dos perros, quienes se encargan de cuidar el lugar. En nuestra visita pudimos ver muchos de estos animales por los alrededores