domingo, 25 de mayo de 2014

MATRIZ DE INCIDENCIA "ESCENARIO JUVENIL"


RESULTADO 01: Conformación de 01 grupo artístico cultural que promueva espacios de encuentro y expresión a través del arte para el desarrollo de los jóvenes de su distrito. 










RESULTADO 02: Formación de 01 centro cultural artístico conformado por adolescentes del caserío “Los Algarrobos” para gestionar y fomentar actividades culturales encargado de impulsar las capacidades artísticas de los niños y niñas de su caserío además de fomentar espacios de diálogo sobre la realidad y problemáticas del caserío, de tal forma que se conviertan en actores proactivos para el desarrollo comunicativo y social de su comunidad y exponentes de cultura a nivel regional.










MARCA DE INCIDENCIA









viernes, 23 de mayo de 2014

TRAZANDO RUTAS, MARCANDO PAUTAS.


Con dos meses y algo más de experiencias en nuestro centro de incidencia, nos reunimos como todas las semanas a conversar sobre todo lo ha acontecido y estructurar nuestra matriz de incidencia. Entendemos que necesitamos repasar los momentos vividos y discutir quienes serán nuestros actores sociales y de qué manera afectaremos al imaginario colectivo, de qué forma afectaremos su discurso.

Las personas de “Los Algarrobos” son muy cordiales, amables y dispuestas a colaborar, sin embargo, aquellos que tienen una participación activa y permanente en la comunidad son los adultos varones. La mayoría de las mujeres adultas están en casa realizando labores del hogar y un gran porcentaje de los hombres son lo que toman acciones ante las problemáticas. Los adolescentes, ya sea hombres o mujeres, no tienen un papel protagónico en las decisiones, se mantienen alejados de estas actividades, muchas veces por miedo al rechazo de sus opiniones. Además entre mujeres y hombres adolescentes no existe espacios o momentos donde se reúnan a conversar o a jugar, los hombres suelen reunirse los sábados para jugar fútbol con algunos adultos, pero las mujeres no se presentan en la loza deportiva. Al conversar con ellos y ellas podemos notar sus ganas de participar, de encontrarse con los otros y de encontrarse con ellos mismos, pero no encuentran el punto o el apoyo que los pueda unir, para poder empoderarse y lograr sacar adelante su comunidad.

Los adolescentes, entonces, se han convertido en nuestra fuente de inspiración y los elegimos como nuestros actores para poner en marcha nuestra incidencia, porque creemos que pueden aportar muchas ideas y alternativas al desarrollo de su comunidad, son creativos, capaces de lograr un desarrollo y como dice la sociedad, el futuro. Entendemos que existen muchos paradigmas por derrumbar por parte de los mismos adolescentes, de los padres de familia y de toda la comunidad en sí, y de nosotros mismos, pero ellos y ellas tienen muchas ganas de vivir y están en una etapa decisiva para marcar el rumbo de sus vida, una etapa donde pueden germinar muchos frutos para su desarrollo tanto personal como colectivo.

Queremos emprender un camino, donde ellos entiendan que son libres de expresar y de crear espacios de encuentro y diálogo donde se propongan y realicen alternativas de desarrollo comunitario, pero también entendemos que esto debe partir de que ellos se sientan provocados a participar, entendiendo que tienen una serie de derechos y deberes que tienen que cumplir sea la edad que tengan. El arte para este fin, puede ser un método efectivo para poder llegar a ellos y a su imaginario colectivo.

Con los testimonios, la tarde y las mañanas que nos sentamos a conversar con varios adolescentes y jóvenes, llegamos a la conclusión que a pesar de su timidez ellos y ellas se sentían atraídos por el arte, en especial la música. No es de extrañarse que sea así, debido a la edad que tienen y al distrito en donde viven, Monsefú, un distrito eminentemente artístico. El arte puede ser una herramienta perfecta para que los chicos se descubran a sí mismo y descubran al otro. Un método para que puedan fluir con libertad, y tener la certeza de que sus opiniones pueden ser escuchadas, encontrarse como compañeros, como vecinos, como amigos y para que puedan finalmente, lograr empoderarse, entender que pueden cambiar sí así lo desean y lo creen necesario, que pueden, a través de la música, lograr cambiar el pensamiento que los mismos pobladores tienen de ellos.

Nos encontramos animados por el reto, pero sobretodo nos encontramos emocionados, ser parte de un proceso de empoderamiento. Lo difícil y lo inesperado que pueda tornarse lo entendemos, son personas y sus respuestas serán tan diversas como sorprendes, pero estamos listos para continuar este camino, junto con ellos y ellas. Tenemos que entender, diversificar, incluir, a los jóvenes de este caserío, para cambiar su discurso comunicacional. Los jóvenes son por ello, para nosotros, el punto de inicio, el centro de todo nuestro proyecto y tenemos que lograr que ellos se interesen, que sea su proyecto. Que sean ellos los actores de las actividades, que se empoderen de sus acciones, que sean el proyecto.



viernes, 16 de mayo de 2014

Algarrobos... Centro de incidencia

“Los Algarrobos” es un lugar sin dudas, acogedor y tranquilo. Los vecinos se conocen entre ellos y ellas y las familias tienen lazos de unión muy fuerte. Con nuestras reiteradas visitas, las personas ya nos saludan con familiaridad al pasar, además conversan con nosotros sin miedos y nos brindan parte de su tiempo. El sábado pasado decidimos visitar el caserío en dos turnos: a las 10 de la mañana y por las 5 de la tarde, elegimos ese día dado que según el quehacer cotidiano del caserío, era el mejor día para encontrar más pobladores y conversar con ellos.


En las mañanas, son los niños quienes andan corriendo y jugando en grupo, la tranquilidad del lugar los hace andar sin ningún miedo por todo el sector.  Los niños pequeños se divierten correteando por los alrededores, pero muchos de los niños de 11 o 10 años se dedican a jugar con canicas. Al parecer es su juego favorito, y utilizan el local de reuniones para llevar a cabo esta actividad lúdica, parece que los entretiene mucho, además los otros niños de menor edad los observan con mucho detenimiento. En todas nuestras visitas, hemos notado como es que la presencia de las niñas en las actividades lúdicas es casi nula, no es que en Los Algarrobos no halla niñas de 11 o 12 años, sino que ellas se quedan en casa a ayudar en las tareas del hogar.

En cuanto a los adolescentes y jóvenes, por las mañanas hombres y mujeres ayudan en el hogar, o salen a trabajar, sin embargo podemos conversar con ellos, pues aunque al principio alguno de ellos y ellas se muestren tímidos, su cordialidad siempre fluye en las conversaciones. Sus apreciaciones del caserío siempre concluyen con que es un lugar tranquilo y donde se sienten seguros, tienen preferencias deportivas algunos chicos, haciendo hincapié en el futbol, pero ciertas chicas tienen un gusto especial por la música, al igual que algunos varones. Es que Monsefú es una tierra de músicos, y ellos y ellas se sienten atraídos por este arte de una forma especial.

En nuestra visita por la tarde del mismo día, los encontramos como es costumbre ya, a los jóvenes jugando un ameno partido de futbol, actividad que realizan para relajarse después un  día de trabajo. Los jóvenes juegan, mientras que las jóvenes se encuentran en sus casas ya sea con sus amigas o realizando actividades del hogar. Algunos de los padres o personas mayores observan  a sus jóvenes realizar tal actividad. Pues bien nos acercamos a saludarlos y saber como están. Nos reciben con la calidez y amabilidad que los caracteriza. Saludamos, y empezamos a socializar con ellos, nos cuentan de cuanto tiempo tiene su caserío, algunas de las actividades que los jóvenes y adultos realizaron  hacen poco tiempo y nos muestran sus ganas de participar en actividades nuevas, en lo genial que seria ver a sus jóvenes participando de actividades para el desarrollo de ellos mismos. Uno de los espectadores de partido de fútbol, nos dice que la mayoría de jóvenes que terminaron el colegio  trabajan  y que solo algunos estudian una carrera superior, debido a que al crecer asumen la responsabilidad de ayudar económicamente en sus casas, y pues se dedican más a trabajar y colaborar en la educación de sus hermanos menores. Sin embargo esto no les quita el deseo de progresar, pues siempre están realizando actividades que colaboren para su progreso familiar.

Como ya se menciono antes , la presencia de las niñas y adolescentes en las actividades deportivas y lúdicas es casi nula, ellas mayormente se dedican a ayudar a sus madres en sus casas, caminamos  un poco lejos de la loza deportiva nos encontramos con cuatro jóvenes, tres señoritas y un jovencito, ellos muy contentos nos reciben, conversamos sobre sus actividades y aunque un poco tímidos empiezan a conversar con nosotros, hasta que al final van contando mas sobre ellos y las actividades que normalmente realizan. Nos cuentan que las actividades artísticas les gustan mucho. Se ve en ellos y ellas ese espíritu juvenil por mostrar al mundo la capacidad de progreso y cambio que tienen en su interior y solo necesitan de un pequeño estimulo para brillar desde su comunidad.











viernes, 9 de mayo de 2014

Sábado por la tarde





El día sábado 03 de mayo por la tarde, nos enrumbamos hacia el Caserío “Los Algarrobos”. Unos pocos jóvenes y adultos (entre unos 14 a 35 años) nos reciben entrenando para jugar fulbito en la loza deportiva del caserío. Nos aproximamos a ellos y decidimos sentarnos en una de las pocas gradas que hay al costado de la plataforma, para observarlos. Esta vez no nos aproximamos a conversar con ellos, porque quisimos apreciar cómo se divertían en este juego, y ver la interacción entre ellos.

Poco a poco pudimos apreciar que no solamente iban llegando más jóvenes, sino que también observamos la llegada de adultos. Algunos de ellos venían de otros caseríos en mototaxi. Fue así que de pocos que hubo inicialmente se hizo todo un equipo de fútbol, incluidos los suplentes que miraban también el partido. Pudimos notar que a pesar que hubo unos pocos que jugaban descalzos, ellos se divertían mucho con el fulbito.
Los minutos transcurrían y se vino una llovizna que no les impidió dejar de seguir con la sana diversión del deporte. Fue después que fuimos por sus calles, para saber qué era lo que hacían algunas personas.


Mientras íbamos caminando bajo una no tan leve pero pasajera llovizna, vimos a una señora regando afuera de su casa y decidimos conversar con ella para saber más de su quehacer diaria, y del caserío. Nos contó un poco acerca de su vida diaria, a lo que se dedicaba,  siempre se mostró cordial y amable con nosotros. Esa conversación nos sirvió sin duda para acercarnos a las formas de pensar de los pobladores del caserío


viernes, 2 de mayo de 2014

Los algarrobos... conversando en feriado

Nos recibe una vez más el caserío Los Algarrobos y sus pobladores, ahora ya no tan desconfiados al notar nuestra presencia. Decidimos enrumbarnos el día primero de mayo y pudimos recoger más y nuevas experiencias.


Esta visita sirvió para conocernos un poco más, las primeras visitas realizadas fueron como cuando uno acude a clases por primera vez, todos estamos temerosos, pero con ganas de compartir muchas cosas, conocernos y porque no, entablar una amistad. Ahora estamos en la fase de irnos conociendo, ya se dejó atrás el miedo , ahora gustosos nos reciben y se atreven a romper el hielo, como lo hicieron algunos pobladores , como es el caso de una pobladora de la zona, nos percatamos que tenía una bodega y pues nos enrumbamos curiosos a ver qué pasaba, y la señora misma nos preguntaba si éramos de la zona, nos presentamos y en el transcurso de la conversación nos contaba mientras tejía su sombrero, de cómo era a el caserío, como se ha ido poblando de a pocos. 

Ese día fue muy gratificante ya que fue una conversación muy amena, nos invitó a volver. Realmente se sentía como en casa. Gustosos de volver al caserío y adquirir nuevas experiencias. De a pocos pero motivados, gracias a cada experiencia encontrada hasta el momento.


https://www.youtube.com/watch?v=t7qiUrE0h0o

viernes, 25 de abril de 2014

En el jardín


Nuestro afán por conocer realidades diferentes a las vividas hasta ese momento, las ganas de volcar nuestro poco conocimiento adquirido a lo largo de la especialidad y el compromiso ético de colaborar en la mejora de nuestro país nos llevaron a tomar la decisión de llegar al caserío Los Algarrobos. 

Desde allí se inició un proceso de trabajo en la zona, con el diagnóstico: identificando el espacio, estableciendo así un grupo poblacional y relaciones sociales interesantes para explorar, conocer e identificar. A partir de esto, y de nuestras capacidades y experiencias previas, establecer un aporte en la vida social de los pobladores del caserío.

Tuvimos algunas reuniones de trabajo grupal, largas discusiones que nos ayudaron a identificar las diversas problemáticas de la zona; quizá este fue el ejercicio más complicado, pues poco a poco, tuvimos tantos aciertos y tantos desaciertos. 
La interacción continua con los pobladores, esto nos hace notar la necesidad de contar con diferentes visiones para completar la propuesta original. Existen conceptos importantes que a lo largo de lo que lleva este proyecto nos daremos cuenta de esta importante labor comunitaria.
En la búsqueda de nuevas experiencia con los pobladores de los Algarrobos,  decidimos  ir un día martes para conocer más sobre nuestros nuevos amigos de este caserío, nuestro recorrido empezó aproximadamente a las nueve de la mañana, lo primero que observamos fueron un grupo de familias observándonos, como cuando alguien nuevo entra a la zona, pero con ganas de que conozcamos más sobre ellos. Luego seguimos nuestro recorrido y nos detuvimos a pensar hacia donde nos llevaría esta nueva experiencia. Pues bien luego de observar cómo es que los pobladores realizaban sus labores un día que quizá para ellos normal, pero para nosotros un día donde podríamos aprovechar al máximo conociendo más sobre ellos.
Es allí donde nuestras miradas se dirigieron hacia los niños del caserío, y ¿por qué no? Pues algo temerosos esperamos el receso de los niños, vimos que la maestra nos regalaba una sonrisa, como que en ella nos quería decir que nos invitaba a pasar a conocer más acerca de este pequeño mundo, y bien nos acercamos y empezó nuestra aventura del día
Vemos a un grupo de niños pequeños salir del pequeño Jardín Inicial del caserío, nos sentimos curiosos por ver por primera vez a los niños y niñas en su centro educativo, así que vamos hacia allá. La profesora de la clase, nos da la bienvenida y se muestra muy cordial con nosotros. Los niños nos sonreían, algunos extrañados y otros no se percatan de que estamos ahí porque es su hora de refrigerio. Juegan entre ellos y ellos, sus ojos se enfocan en nosotros, algunos se acercan pero no nos hablan solo nos contemplan, nosotros los saludamos y les sonreímos.
Observamos el lugar, y nos damos cuenta que se hace pequeño para la cantidad de niños que allí estudian. Nuestras primeras informaciones de que eran solo quince niños resultaron erradas, son en total 27 niños y niñas que allí estudian. Además, dado que llegamos a la hora del receso, podemos ver que la mayoría de ellos trae consigo galletas y jugos artificiales. Se lo comentamos a la profesora y ella nos dice que es algo que siempre sucede, y en lo que ha tratado de conversar con las madres. La notamos algo molesta y frustrada, nos cuenta además que muy pocas madres llegan a las reuniones que ella convoca, pero que en las últimos años eso ha ido mejorando, sin embargo aún siente la dejadez de las madres en cuanto a los estudios de sus hijos. También nos cuenta un poco de su travesía como profesora, el apoyo que recibe en cuanto al gobierno y cómo es el comportamiento de los niños y niñas dentro de clases. Nos dijo que le gustaría que muchos más niños y niñas no solo tuvieran la educación inicial sino que pudieran tener estudios superiores. Son los deseos de una profesora con varios años en Los Algarrobos, en realidad, la única que ha enseñado en ese centro educativo.
 
Salimos del inicial, con bastantes preguntas e ideas por ordenar, se nos ocurren otras propuestas, referidas al trabajo de las madres de esos pequeños niños. Sin embargo son ideas no tan claras aún, pero nos emociona a ver conseguido nueva e inspiradora información, lo comentamos de camino al paradero. Nos sentimos retados ante la nueva experiencia, y estamos listos para ordenar nuestras ideas e ir armando nuestra ruta.






viernes, 11 de abril de 2014

Posibles rutas en el camino

Las personas sonríen con amabilidad y nos miran curiosos cuando pasamos por sus casas. Se muestran serviciales, aunque algunos tienen cierto recelo a hablarnos, lo entendemos somos extraños, pero poco a poco vamos acercándonos a ellos y ellas. No queremos irrumpir en sus vidas, por eso necesitamos averiguar de qué forma llegaremos a la comunidad de “Los Algarrobos”.

La pregunta ronda por nuestras cabezas, las ideas empiezan a salir. Comprendemos que los procesos comunicacionales son de larga duración y que a diferencia de los programas asistenciales no buscamos número enormes de audiencia, por eso tendremos paciencia en cada uno de los pasos que daremos, los habitantes de “Los Algarrobos” deben convertirse en los impulsadores de su desarrollo, no podemos ser quienes los empujen a las acciones, tenemos que ser aquellos que los provoquen. El camino es largo, pero estamos ansiosos por recorrerlo.

¿Cómo llegar a ellos? Pero ¿por qué? ¿Para qué? Es urgente que respondamos estas preguntas, pues las experiencias que viviremos serán muchas y en cierta forma tenemos que tener hacia donde apuntamos. Sin embargo, debemos ser capaces de afrontar los cambios que se presenten durante nuestras experiencias, es decir con la convivencia que tendremos en los meses que vienen ciertas nociones sobre el escenario se reafirmaran mientras que otras necesitaran ser re planteadas, re orientadas. Nuestra visión debe ser lo más abierta posible.

Con las experiencias y la información que hemos podido recolectar de nuestras visitas a “Los Algarrobos” nos atrevemos a formular algunas propuestas. No son definitivas, son tentativas que tendremos que ir evaluando a medida de que nuestras interacciones con la comunidad vallan incrementando.
La primera propuesta que elaboramos es una que va enfocada con el tema del poco cuidado del medio ambiente, este problema lo deducimos al ver como la basura se encontraba regada en la entrada y la parte central del caserío. Este es una realidad de la cual nos parte y responsables todos, sin embargo intentar abarcar a toda la comunidad sería algo muy osado. Pensamos que nuestros actores o protagonistas podían ser los niños y niñas del caserío, los propusimos a ellos porque serán los futuros líderes del caserío y porque es necesario que desde tempranas edades se forme una responsabilidad con el medio ambiente, creemos además que los niños y niñas tienen una creatividad muy despierta y son muy activos por lo que pueden ofrecer soluciones creativas y que se acomoden a su realidad.
Se nos presenta entonces el reto de cómo llegar a estos actores sin hacerlo de una manera intervencionista; tenemos por el momento tras alternativas de cómo llegar: 1) En “Los Algarrobos” se encuentran ubicados dos altavoces podemos usar para transmitir pequeños avisos sobre las reuniones o actividades que planteamos para ellos y ellas, estos avisos tendrían que ser narrados por un niño o niña de la zona; 2) El caserío cuenta además con un pequeño colegio inicial, la profesora de dicho centro puede ser una facilitadora o el puente entre los niños y nosotros; 3) Hacer una pequeña caravana, donde presentemos a representaciones y juegos acerca del medio ambiente provocando que los niños formulen preguntes al respecto y se aventuren a responderlas.

La segunda propuesta que formulamos está enfocada en el desarrollo de capacidades y habilidades, utilizando además el concepto del “emprendimiento”. Si todos tenemos habilidades, todos somos capaces de fortalecerlas, ofreciendo un camino hacia el autoconocimiento, la integración e interacción entre los miembros de una comunidad, esto constituye una parte muy importante para el desarrollo integral de la persona y de todo el caserío. “Los Algarrobos” cuenta con una considerable población juvenil, algunos de ellos estudian y otros trabajan, pero están en la edad justa donde la vida nos pone la encrucijada del mañana y la mayoría no sabemos que ruta tomar, es por esta cualidad justa que hemos decidido tomar a este sector de la comunidad como nuestros actores. Están en la edad justa para que se reten a sí mismos, se encuentre y se tracen sus propios caminos. El desarrollo de las capacidades pasa por el hecho de que las personas: reconozcan sus habilidades, sepan que son buenos en ellas, las mejoren o potencialicen, evalúen sus capacidades, busquen mejorarlas y posteriormente emprendan negocios propios o agrupaciones según así lo quieran o decidan.
Planteamos que los jóvenes y las jóvenes empiecen a aprender intercambiando entre ellos conocimientos y aquellos que desean aprender puedan ser alumnos de aquellos que ya tienen ciertas habilidades en práctica. Deseamos que las personas intercambien más que conocimiento, sueños, metas y objetivos, esto provocaría que ellos y ellas se fueran integrando y organizando. Para llegar a los jóvenes pensamos en dos propuestas: 1) Hablar con algunas madres de familia quienes puedan ayudarnos a establecer vínculos con los jóvenes (sus hijos o sobrinos) 2) elaborar un mensaje que se transmitiría en el altavoz, con la voz de una pobladora que cuente cuales son su habilidades y que al final pregunte: dime ¿cuál es tu talento?, pretendemos que el mensaje varios días de tal manera que la pregunte quede flotando en el aire y los jóvenes se la formulen, el día en que nosotros lleguemos pasaríamos un mensaje acerca de la reunión o actividad que realicemos diciendo ¿cuéntanos cuál es tu habilidad?


Estas son hasta el momento nuestras propuestas, necesitamos sin embargo, acumular mucha más experiencias. Nuestro recorrido apenas comienza, y necesitamos ponernos en la piel de nuestra comunidad, pero estas son los primeros trazos que planteamos en este proceso incidental y comunicacional